Un descubrimiento inesperado

Disfruté de la comodidad de la habitación con grandes ventanas que ofrecían vistas deslumbrantes. La zona de Flushing estaba llena de vida y contaba con restaurantes auténticos. La atención del personal fue excelente, especialmente la chica de la recepción que siempre tenía una sonrisa.

Sin embargo, el área del desayuno se sentía un poco congestiva y muchas veces era difícil encontrar un lugar para sentarse. A falta de opciones sin gluten, tuve que conformarme con plátanos y café.

Disfruté de una habitación amplia y confortable, que contaba con una gran ventana desde donde se podía apreciar un hermoso amanecer. La limpieza del hotel es excepcional, con personal que se aseguraba de que todo estuviera en perfectas condiciones. Además, la ubicación era ideal, a solo unas cuadras de la estación del metro 7, facilitando el acceso a Manhattan en tan solo 45 minutos.

El área de desayuno era algo pequeña y frecuentemente difícil de encontrar un lugar para sentarse.

Ubicación genial, muy cerca del metro y con buena limpieza. Las habitaciones son amplias y organizadas. Todo está en perfecto estado. ¡Ah, y la tranquilidad es un lujo!

Me perdí un gym porque el desayuno era casi como un juego de adivinar qué hay.

Desayuno escaso y área pequeña, difícil para sentarse.

Insisto, este lugar es super recomendado para unas vacaciones,

Amplia habitación, excelente limpieza, lo cual hace que tu estancia sea muy confortable, además de contar con nevera y microondas, perfectos para preparar algo por la noche, y una ubicación cerca de la estación de metro que te conecta fácilmente con Manhattan en 45 minutos.

Por mi no hay nada que mejorar

Disfruta de la variedad de restaurantes asiáticos en los alrededores, perfectos para explorar la auténtica cocina.

Recomiendo para quienes buscan aventura

La habitación era amplia y muy limpia, lo que me sorprendió mucho. En el desayuno, disfruté de los buns al vapor, eran deliciosos, un sabor auténtico que no esperaba.

No fue barato, pero aun así, aceptable.

El hotel tiene una excelente ubicación en Flushing, a solo dos cuadras y media de la estación del metro 7, lo que lo hace perfecto para moverte a Manhattan en apenas 45 minutos. Las habitaciones son amplias, limpias y cuentan con nevera, microondas, y cafetera, haciendo que la estancia sea muy cómoda. Además, el desayuno, aunque no es muy variado, incluye opciones como huevos cocidos y buns de cerdo que son agradables.

El desayuno puede ser un poco congestivo debido al poco espacio.

la zona es segura y llena de comercio, pero el desayuno es un poco repetitivo.

Una experiencia inolvidable en un lugar único

La habitación era perfecta, con un diseño moderno y cómodo. Disfruté mucho del desayuno con sabores auténticos que me hicieron sentir como si estuviera en Asia. Recomiendo probar los bun de cerdo. Llevar un traductor puede hacer la estancia mucho más fácil. ¡Impresionante!

el desayuno puede ser un poco repetitivo, aunque ofrece panecillos rellenos y huevo cocido. la habitación era amplia y limpia, con nevera y microondas. además, la ubicación es genial, a pocas cuadras del metro. el personal fue amable y servicial, especialmente en la recepción.

La limpieza es excelente y las habitaciones son amplias y están en buen estado. Además, el desayuno ofrece algo diferente al habitual, como buns de cerdo y frijoles. La ubicación es ideal, cerca del metro para moverse fácilmente.

No tiene que mejorar nada.

WiFi gratis en las habitaciones, pero el área de desayuno era difícil de usar.

La habitación era cómoda y muy limpia, lo que me sorprendió mucho. Tenía todo lo básico, nevera, microondas y cafetera, perfectos para preparar algo en la noche. El desayuno era un poco repetitivo, pero aceptable. El único problema fue que no contaba con frigobar, aunque la máquina de hielo hacía el trabajo. Un detalle que no me gustó fue la conexión WiFi, ya que tenía algunos problemas después de unos días.